Fundació Catalunya Europa

Manifiesto Fundacional

Barcelona, 2 de enero de 2008

La personalidad nacional de Cataluña está dotada de una innegable vocación europea. Cataluña forma parte de la historia de Europa. Cataluña es y quiere continuar siendo, una región potente de Europa y uno de sus motores. Cataluña puede aportar al patrimonio común europeo su prosperidad económica, su capacidad de innovación, su cohesión social y su identidad cultural y lingüística. Y a la vez, Cataluña quiere aprender e intercambiar ideas, modelos, propuestas y proyectos con el resto de regiones y nacionalidades europeas.

A los ojos del resto del mundo, Europa se ha convertido en un referente de calidad por su convivencia pacífica, a pesar de haber sufrido dos guerras desbastadoras, para su sistema político democrático, para su prosperidad económica y para su modelo social y multicultural. A Europa le falta acabar de crear un sistema institucional y un entramado empresarial y social a la altura de sus capacidades y ambiciones.

Europa, sin embargo, no es un ente abstracto en el que tendríamos que reflejarnos.  Europa es una realidad viva concreta, forjada por miles y miles de iniciativas privadas, públicas y sociales que concurren a su progreso. Cataluña forma parte de esta realidad y, al mismo tiempo, contribuye a forjarla.  Esto comporta ciertas exigencias: conseguir los estándares de calidad democrática, de calidad de vida y de excelencia en el trabajo y en la creación de riqueza que son característicos de Europa.

La Fundació Catalunya Europa nace con el propósito de intervenir en la búsqueda de los conocimientos y de las buenas prácticas que configuran este ideal europeo de excelencia democrática, cívica, económica y social. Con la certeza de que Cataluña pueda aportar mucho, pero aprender aun más. La actividad de la Fundació se guiará por la convicción que la libre circulación de ideas, de proyectos y de experiencias es necesaria para estimular la creatividad y la emulación.

Pasqual Maragall