Opinión

Jorge Sampaio, el amigo de Barcelona


El pasado 10 de septiembre nos dejó Jorge Sampaio, quien fue alcalde de Lisboa y presidente de Portugal y, sobre todo, una excelente persona.

Conocí Sampaio 1989 cuando era candidato a la Alcaldía de Lisboa. Vino a Barcelona para conocer de cerca algunos de los proyectos que Pasqual Maragall había impulsado por la ciudad. La conexión con Pasqual y el equipo fue inmediata. Recuerdo dos temas que le interesaban en particular, la recuperación de la fachada marítima y la operación del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de Ciutat Vella. Muchos técnicos del Ayuntamiento de Barcelona participaron en los proyectos de la fachada fluvial del Tajo, a su paso por Lisboa y de la Alfama.

Ese mismo año, Sampaio ganó las elecciones municipales a la alcaldía de Lisboa y el 22 de enero de 1990 tomó posesión como alcalde.

Durante sus mandatos como alcalde, hasta 1995, en que dejó el cargo para ser candidato a la presidencia de la República, la relación entre Barcelona y Lisboa se fortaleció y también lo hizo la relación entre Pasqual Maragall y Jorge Sampaio .

Ambos compartieron protagonismo en la defensa del papel de los gobiernos locales en el escenario europeo e internacional. Mientras Maragall presidía el Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE), Sampaio presidía Eurocities, una red de ciudades creada en Barcelona en 1989, y también coincidían en la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI).

Creo que uno de los momentos más importantes en esta relación, vino determinado por la convicción de Maragall, una vez fue presidente del Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE), de la necesidad de trabajar para la unificación de las principales redes mundiales de ciudades

En el caso europeo, la historia nos había demostrado que la unidad y coordinación de las asociaciones de gobiernos locales de nuestro continente comportaba una mayor consideración por parte de las instituciones de la Unión Europea. Así pues, con el liderazgo de Maragall nos pusimos en marcha. Una de las prioridades era asegurar que las dos grandes organizaciones mundiales fueran presididas por alcaldes partidarios de la unificación. La estrategia resultó un éxito y Jorge Sampaio fue elegido presidente de la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU) y Jaime Ravinet, alcalde de Santiago de Chile, presidente de la Unión Internacional de Autoridades y Gobiernos Locales (IULA).

El camino aún sería muy largo, pero finalmente en 2004 se constituyó en Paris la CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos) que tiene su sede en Barcelona y que hoy consigue, siempre con reticencias por parte de algunos estados, hablar e influir sobre algunas decisiones de las Naciones Unidas.

Jorge Sampaio fue elegido presidente de la República de Portugal en 1996. Uno de los últimos actos solemnes del alcalde Maragall antes de dimitir, fue el de entrega de la distinción de Amigo de Barcelona en septiembre de 1997 a diferentes personalidades , entre las que se encontraba Sampaio. Una ceremonia emotiva que tuvo lugar en el Palacio Nacional.

Para terminar quiero destacar la categoría intelectual y personal del presidente Sampaio. Siempre mantuvo una relación estrecha con el Pasqual Maragall y también con las personas que conoció en su primera visita a Barcelona como candidato lisboeta.

He tenido el privilegio de encontrarlo en visitas públicas y privadas en Barcelona y también en el Palacio de Belén, mientras era presidente, y más adelante, cuando fue nombrado Alto Representante de las Naciones Unidas para la Alianza de las Civilizaciones. Siempre recordó que me decía Antonia y fue muy cariñoso.

¡Gracias por haber formado parte de mi vida!